1-      CONOCERNOS: es importante que conozcamos nuestros senos para poder detectar alguna anormalidad o cambios que llamen nuestra atención y nos mueva a la acción, VISITAR DE INMEDIATO AL MASTÓLOGO.

2-      PALPARNOS: conocer cómo realizarnos el autocontrol, paradas o sentadas, el momento ideal conociendo tus tiempos.

3-      CONTROLARNOS: realizar los estudios anuales de mamografía o ecografía, siempre indicado por un mastólogo.

Incorporar esta rutina, ser disciplinadas en el autocontrol, asumir este compromiso con nuestro cuerpo, puede SALVAR NUESTRA VIDA.

El miedo no evita la enfermedad, pero sí evita que podamos enfrentarla a tiempo.